Aunque no siempre el silencio es como una cura, en ocasiones faltos de cariño, hartos de la fantasía y con ganas de una conversación locuaz y serena... nos vemos perdidos en un laberinto, inquietos... aburridos, abochornados de nuestro propio destino e incapaces de hacer nada. Como almas en pena, inertes, decadentes...zombies...siguiendo lo común, lo loable, lo fácil.
Muchas veces aunque estas rodeado de gente te sientes tan sumido en tu papel de frágil, mártir y efímero humano que el silencio solo te demuestra la soledad inconfortable.
Así es nunca llueve a gusto de todos, nunca es oro todo lo que reluce... Pero por lo que a mi respecta no debes dejar nunca de hablar, de escribir,de leer de escuchar... de brindarte nuevas experiencias. Enriqueciendote de las personas y de sus vidas. Así cuando te aborde el silencio, vuélcate en esos pensamientos digiérelos despacio y con cautela...a los segundos notaras que ese silencio malo y desagradable vuelve a ser un gran aliado y al final de todo eso... vuelve al lucir el sol.
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