sábado, 1 de septiembre de 2012

El silencio

Cuando tus pensamientos acampan sin medida y revolotean por tu mente y nada perturba esa sensación, cuando en la noche de verano ni un grillo en época de copula rechina sus alas en el cortejo y no hay feromonas fervientes en las hembras que hagan del amorio un eco, cuando la "nada" esta presente, todo esta oscuro y esa realidad diáfana vuela a raudales en la atmósfera y tu a pesar del miedo notas una paz indescriptible. Eso es el silencio, ese aliado al que viajamos cuando en una conversación nuestro locutor no es consciente de lo plasta que es en su relato y nosotros ese receptor sumiso que por no ser descortés se adueña y aferra a su ansiado silencio. Esa relajación mental, corporal que nos lleva a brindarnos un r.e.m. Rejuvenecedor y duradero que nos hace mella y nos tranquiliza con el dia a dia.
Aunque no siempre el silencio es como una cura, en ocasiones faltos de cariño, hartos de la fantasía y con ganas de una conversación locuaz y serena... nos vemos perdidos en un laberinto, inquietos... aburridos, abochornados de nuestro propio destino e incapaces de hacer nada. Como almas en pena, inertes, decadentes...zombies...siguiendo lo común, lo loable, lo fácil.
Muchas veces aunque estas rodeado de gente te sientes tan sumido en tu papel de frágil, mártir y efímero humano que el silencio solo te demuestra la soledad inconfortable.
Así es nunca llueve a gusto de todos, nunca es oro todo lo que reluce... Pero por lo que a mi respecta no debes dejar nunca de hablar, de escribir,de leer de escuchar... de brindarte nuevas experiencias. Enriqueciendote  de las personas y de sus vidas. Así cuando te aborde el silencio, vuélcate en esos pensamientos digiérelos  despacio y con cautela...a los segundos notaras que ese silencio malo y desagradable vuelve a ser un gran aliado y al final de todo eso... vuelve al lucir el sol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario